Las Estrellas - Secundaria Spanish Version
El Sol nos da la luz y el calor que hacen posible la vida en la Tierra. Aunque para nosotros es esencial, en realidad es solo una estrella más entre los cientos de miles de millones que hay en la Vía Láctea y en otras galaxias. En función de las condiciones donde se originen las estrellas, estas tendrán componentes químicos más o menos sofisticados, serán más o menos masivas y se formarán de manera aislada o con compañeras.
Una manera sencilla de conocer propiedades de las estrellas es observar su color.
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Las estrellas frías, o más viejas, se ven rojizas.
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Las estrellas jóvenes, con temperaturas muy altas, se ven azules.

Las estrellas no solo se diferencian por su color. Al analizar su espectro (la descomposición de la luz en colores) también podemos saber de qué están hechas.
¿Por qué estudiamos la luz de las estrellas?
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Sir Isaac Newton fue la primera persona en explicar por qué, cuando un rayo de luz procedente del Sol atraviesa un vidrio con un determinado ángulo de incidencia, esta se dispersa mostrando colores. Siguiendo este razonamiento, postuló que la luz procedente de otras estrellas también se dispersaría al atravesar un prisma de la misma manera.

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Más tarde, Joseph von Fraunhofer utilizó una red de difracción y descubrió algo sorprendente: en el espectro del Sol aparecían líneas oscuras. Estas líneas son “huecos” creados porque algunos elementos químicos absorben ciertas bandas de colores de la luz.
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A principios del siglo XX, la astrónoma Cecilia Payne demostró que muchas de esas líneas coincidían con las que produce el hidrógeno. Así se confirmó que el Sol y la mayoría de estrellas están compuestos principalmente por Hidrógeno y Helio.

Este método nos permite saber la composición química de cualquier estrella: cada elemento deja una huella única en forma de líneas de absorción o emisión en su espectro.
La composición química
La composición química de un objeto está relacionada con su temperatura. En función de esto, podemos clasificar las estrellas en siete grandes tipos: O, B, A, F, G, K y M.
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Las O y B son muy calientes y brillan de color azul.
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Las A y F son algo menos calientes y se ven blancas.
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Las G (como el Sol) tienen temperaturas intermedias y luz amarillenta.
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Las K y M son más frías y se ven anaranjadas o rojas.
Dentro de cada letra, un número del 0 al 9 indica diferencias más finas de temperatura. El Sol, con una temperatura intermedia, aparece blanco-amarillento y pertenece al tipo espectral G.
Misión Gaia
Para conocer mejor nuestro lugar en la galaxia, la Agencia Espacial Europea lanzó en 2013 el satélite Gaia, que está elaborando un mapa tridimensional de la Vía Láctea. Gaia mide con gran precisión la posición, distancia y movimiento propio de más de mil millones de estrellas, permitiéndonos estudiar cómo se distribuyen y cómo se mueven respecto al Sol.

Así, observando la luz y el color de las estrellas, los astrónomos pueden descubrir su composición, su temperatura, su tamaño y hasta su edad. Aunque las veamos como simples puntos en el cielo, cada estrella guarda información sobre la historia y la evolución del universo.
Evolución de las estrellas
Las estrellas no son eternas: nacen, evolucionan y mueren, y su destino depende sobre todo de su masa inicial.
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Estrellas como el Sol: Pasan la mayor parte de su vida fusionando Hidrógeno en Helio. Cuando se les agota, se expanden y se convierten en gigantes rojas. Después expulsan sus capas externas formando una nebulosa planetaria, mientras que el núcleo queda como una enana blanca muy densa y caliente.
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Estrellas muy masivas: Evolucionan más rápido y, tras convertirse en supergigantes, pueden fusionar elementos cada vez más pesados hasta llegar al hierro. Cuando su núcleo colapsa, estallan en una supernova. El remanente puede ser una estrella de neutrones o, si la masa es suficiente, un agujero negro.
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Estrellas poco masivas (enanas rojas): Consumen su combustible lentamente y pueden vivir mucho más que la edad actual del universo. Terminan como enanas blancas de helio.
Este ciclo estelar es clave para el cosmos: los elementos que forman la vida (carbono, oxígeno, hierro…) se fabricaron en el interior de estrellas y se dispersaron al morir.
